En uno de los mejores partidos de la era Scaloni, Argentina venció 3 a 0 a Italia y se quedó con la Finalissima. El mítico estadio Wembley estuvo colmado de argentinos que celebraron un nuevo título de la selección y se ilusionan con la copa del mundo.

El partido fue un calco de los encuentros por eliminatorias. El equipo argentino salió enérgico a marcar condiciones hasta que el rival se paró bien y empezó a dominar las acciones. La buena respuesta de Dibu Martínez contuvieron las leves insinuaciones de los italianos que se mostraban más precisos en los primeros minutos.

Argentina fue tomando confianza de a poco y logró abrir el marcador a través de un gran desborde de Lionel Messi que le puso la pelota a Lautaro Martinez para que la empuje con el arco a su merced. Luego, en la última del primer tiempo, Di María definió con gran clase en un mano a mano y desató el delirio de los hinchas que ya se sentían campeones.

El complemento fue un show de Argentina que dominó a su rival y pudo haber logrado una goleada histórica de no ser por los cambios defensivos de su técnico y la gran actuación de su arquero. Recién en tiempo de descuento, Paulo Dybala puso el tercero con sutileza.

La selección sumó un título más a su inmenso palmarés y rompió el record de partidos invito que tenía el equipo de 1992, con 32 partidos sin conocer la derrota. La gira europea continuará en España donde enfrentará a Estonia el próximo domingo.