A pesar de que en Tucumán hubo un descenso de casos, la bronquiolitis sigue siendo peligrosa. José Hugo Perea, jefe del servicio de Neonatología del hospital Regional de Concepción, compartió información importante sobre la enfermedad y brindó recomendaciones para cuidar a los niños afectados.

La bronquiolitis es una infección respiratoria aguda que afecta principalmente a los menores de un año y requiere de cuidados específicos para garantizar una pronta recuperación. Suele presentarse con mayor frecuencia durante los meses de otoño e invierno y puede ser causada por distintos virus, siendo el Virus Sincitial Respiratorio (VSR) el más común. Sus síntomas incluyen agitación, tos, decaimiento, dificultad para respirar, alimentarse o dormir.

Explicó además, que los virus responsables de las infecciones respiratorias agudas se transmiten de persona a persona. Esto es, a través del contacto directo y secreciones como las nasales o gotas de saliva.

La prevención

El especialista destacó la importancia de trabajar en conjunto con la población para prevenir casos de esta enfermedad, especialmente en esta época. En esta línea, sugirió una serie de medidas para prevenir la bronquiolitis y otras infecciones respiratorias:

  1. Mantener la lactancia materna.
  2. Cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación.
  3. Evitar la exposición de los niños al humo del cigarrillo, braseros o estufas a leña.
  4. Higienizar regularmente con agua y jabón los objetos de los bebés o niños, como juguetes.
  5. Practicar el lavado frecuente de manos. Se puede complementar con el uso de alcohol en gel.
  6. Ventilar los ambientes de la casa al menos una vez al día.
  7. Mantener alejados a los bebés de personas resfriadas o con tos.
  8. Para los niños con mayor riesgo de bronquiolitis grave, como aquellos menores de 3 meses, prematuros o con enfermedades crónicas, no se recomienda la asistencia a jardines maternales.

El doctor Perea también mencionó los signos de alerta que indican la necesidad de atención médica inmediata. Estos incluyen: respiración rápida, aleteo de la nariz, hundimiento del pecho o las costillas al respirar, quejidos durante la respiración, interrupción en la alimentación o dificultad para prenderse al pecho, irritabilidad o dificultad para conciliar el sueño, y presencia de color azulado en la piel, uñas o labios debido a la falta de oxígeno (cianosis).

Es fundamental estar atentos a estos signos y buscar atención médica de manera urgente en caso de su aparición. Con los cuidados adecuados y la atención oportuna, los niños afectados podrán recuperarse satisfactoriamente.