Elba Barraza, quien hace tiempo denunció abuso sexual por parte de sus hermanos, “los Grimaldi”, pide justicia una vez más. La mujer volvió a levantar la voz, cansada de las amenazas constantes por parte de los imputados. Cabe destacar que Elba también es testigo en el caso Orquera, donde uno de los hermanos está imputado por el asesinato de un joven de 16 años en 2012.

Hace un par de años, Elba denunció a Luis, Lucía, Nelly y Eduardo Grimaldi, por los abusos sufridos desde su infancia, desde entonces espera ansiosamente la fecha del juicio. Sin embargo, además de no recibir respuestas, ha sido atacada en numerosas ocasiones, llegando incluso a ser víctima de un intento de asesinato con arma de fuego. A pesar de su perseverancia y la gravedad de las amenazas, aún no ha recibido una respuesta contundente por parte de la justicia.

El reclamo por las amenazas

En un móvil con VOVE Tucumán, Elba compartió su experiencia: «Hace una semana, una de las imputadas, la señora Nelly Grimaldi, me encontró y comenzó a amenazarme. Me tomó del brazo y me dijo que abandonara el caso, que mi vida y la de mi hija estaban en peligro y también me dijo que abandone el testimonio del caso Orquera«. Preocupada por su seguridad, Elba se presentó en la fiscalía para solicitar protección, pero no ha obtenido respuesta hasta el momento. 

Durante el móvil, Elba también mostró papeles correspondientes a denuncias contra los imputados posteriores a la suya: “Más de cuarenta desobediencias y nuevas acusaciones pero no pueden estar detenidos. Yo pedí preventiva urgente pero bajo los códigos me dicen que no se puede”.

La mujer comentó que se siente desamparada por la justicia. «Ellos tienen diez abogados, los mejores de la provincia. Se presentaron más de treinta testigos. Testigos que nunca estuvieron en la habitación cuando me abusaban y solo hablan de cómo era yo. Siento que no va a haber juicio. Hay mucho dinero de por medio”, sentenció.

Un pedido de justicia

En medio de la angustia y el sufrimiento, Elba clama por justicia y hace un llamado a los jueces para que tomen conciencia de la falta de protección que sufren las víctimas. Debido a secuelas psicológicas, Elba ha sido medicada y está en tratamiento constante de profesionales de la salud mental.

Tengo sesiones con psicólogos y psiquiatras del gabinete del Ministerio Fiscal que han observado años toda esta situación y pidieron a fiscalía un resguardo emocional y físico. La defensa duda de todo lo que me pasa y estoy segura de que van a pedir pericias privadas para ver si es cierto”, explicó la denunciante.

La mujer también asegura que no ha sido fácil transitar todo lo que requiere el comienzo del juicio: “Con todo el dolor pude demostrar a la justicia y a los médicos de mis abusos, de mis golpes y de todos los los abortos que yo tuve. Es una situación horrible y todavía no hay respuestas”.

Elba se mantiene firme en su búsqueda de justicia, aunque confesó estar agotada y desesperanzada por la situación. «Hace años que vengo aguantando y no han podido detenerlos. Mi casa fue baleada tres veces. Sin embargo, a mi casa llegó el jefe de la brigada de investigaciones regional norte porque el imputado me denunció por injurias”, expresó con impotencia.

Con un sistema judicial que parece favorecer a los acusados, Elba teme que su lucha no culmine con un juicio justo. “El tiempo es mejor para ellos. Ellos ascienden, corren más, se van de vacaciones o se jubilan. Las víctimas seguimos esperando que pase algo, algo que encima después anulan. Con todos los casos que vemos hoy por hoy, no creo que vaya a haber juicio”, concluyó.