Se trata del juez Javier Anzoátegui, quien se desempeña en el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 8. El magistrado, junto a su par Luis Rizzi, ya habían sido denunciados ante el Consejo de la Magistratura (CM) por otras situaciones de índole similar.

En el marco de la condena a prisión perpetua de Jorge Alfredo Joaquín, por los delitos de «homicidio agravado por alevosía»; «homicidio en grado de tentativa, agravado por haber sido cometido para ocultar otro delito» y «robo con armas»; el magistrado no consideró aplicar la agravante por violencia de género.

En este sentido, Anzoátegui expresó que “hay aquí una disputa inconciliable, pues el mismo término ´género´ encierra un propósito de neto corte ideológico, ciertamente contrario a toda la tradición jurídica occidental y, con ella, a la Constitución Nacional”. En esta línea, añadió que «el término ´género´ ha sufrido un trastocamiento impulsado por esta ideología falaz que se cimenta en la autopercepción humana divorciada de lo que las cosas son«.

Si el autor no hubiese sido un varón y la víctima una mujer, seguramente no estaríamos hablando del tema. (…) Me pregunto, ¿Qué habría ocurrido si (el femicida) hubiese dicho en el juicio que se autopercibía mujer? O, del otro lado, ¿Se ha probado acaso que las víctimas verdaderamente se autopercibían mujeres? ¿No podría aquí instalarse un escenario de duda?”, explicó Anzoátegui.

Situaciones similares

Ambos jueces ya cuentan con denuncias ante el CM, por su posición misógina. Ya en abril de 2021, los magistrados habían tratado como «sicarios» y «asesinos a sueldo» a profesionales, médicos, organismos y organizaciones que habían impulsado y realizado la intervención legal para que una niña embarazada por su hermanastro pudiera abortar.