La crisis económica provocó una contracción en el consumo masivo en todos los canales. Y también trajo consigo un ajuste significativo en los hábitos de compra de los argentinos. Este ajuste ha llevado a la búsqueda de marcas más económicas y la eliminación de ciertos productos de las compras habituales.

Frente a este escenario, los consumidores han reorganizado sus prioridades, dejando de lado algunos productos. Según un análisis de la consultora Scentia, que estudió los tickets de compra de 1,6 millones de personas, se han detectado categorías que han perdido presencia en las compras, mientras otras han ganado. Por ejemplo, el atún ha caído en un 10% en penetración en comparación con el año pasado. Mientras que los alfajores, quesos blancos, desodorantes ambientales y snacks han registrado caídas similares, de entre 3% y 4%.

La pérdida de penetración de un producto en los supermercados refleja la disminución en la cantidad de hogares que compran ese artículo en un período determinado.

En contraste, otras categorías han visto un aumento en su penetración. Entre ellas se encuentran la manteca (1,9%), las conservas de tomate (1,7%) y la harina (0,8%), entre otras. Un caso curioso es el de la caballa, que subió un 0,6%, posiblemente como reemplazo del atún. En general, los productos básicos siguen siendo los preferidos por los consumidores. Mientras que aquellos considerados menos esenciales, suelen ser eliminados de la lista de compras.

Además, el impacto en el poder adquisitivo también se refleja en la caída del ticket promedio. En los supermercados, el valor promedio de compra en el segundo trimestre del año fue de $18.212, un incremento del 282% respecto al mismo período del año anterior. Sin embargo, la cantidad de productos por ticket cayó de 13,5 a 12. En las tiendas de proximidad, la cantidad de unidades por ticket también disminuyó un 10%, mientras que el gasto promedio en estos locales fue de $7.053.